Add parallel Print Page Options

Toma también unos pocos de tus cabellos, y sujétalos en el borde de tu manto, otros pocos de ellos los echarás al fuego, para que se quemen, y de allí el fuego se propagará por toda el pueblo de Israel.»

Así ha dicho Dios el Señor:

«¡Aquí tienen a Jerusalén! La establecí en medio de las naciones y de los países a su alrededor.

Read full chapter